Quien esto escribe es de los que dudó de la actuación del Europcar en general y de Voeckler en particular, en el pasado Tour de Francia. ¿Los motivos? su rendimiento hasta entonces y su rendimientos durante la carrera (cuán parecido a lo de Kohl); pasar de buscar alguna escapada y acabar perdido en la general, a luchar el pódium, o pelear de tú a tú en los grandes puertos gente prácticamente desconocida, con los más grandes de este deporte. Por no hablar de lo raro raro de lo de Kern.
Ahora nos encontramos con la actuación de un clasicómano, con un depredador, como no se recuerda desde hace décadas, que está arrasando allí a donde va y, sin embargo, yo me lo creo. Gilbert, desde sus épocas en la FDJ no ha hecho más que evolucionar, ganando cada año más y más importantes carreras, está en la edad idónea para que lleguen los triunfos, los recorridos de la media montaña y de los puertos cortos y duros le sientan como anillo al dedo y, no nos engañemos, sus rivales en el tipo de pruebas que el disputa, al menos este año, no han demostrado un gran potencial. Otros grandes clasicómanos, como el pobre VDB, dopados hasta la médula, jamás consiguieron ni la sombra de lo de Gilbert, con lo cual llegamos a la conclusión de que hace falta algo más que la farmacia, como preparación, mentalidad, sentido de la estrategia, planificación y, por supuesto, calidad, para llegar lo lejos que el belga está llegando.